Científicos observan que mejillones juveniles presentarían un mejor rendimiento a 4m de profundidad en estuarios

Una nueva publicación científica en la revista Science of the Total Environment da cuenta de importantes observaciones relacionadas con la producción de mejillones juveniles (Mitylus chilensis) en ecosistemas estuarinos, que demuestran un mejor rendimiento a una profundidad de cuatro metros.

La reciente investigación encabezada por la MSc. Nicole Jahnsen-Guzmán, asistente de investigación de la Universidad Andrés Bello, exploró la condición de los mejillones juveniles (también llamados choritos) asentados a dos profundidades diferentes, a uno y a cuatro metros de profundidad. Dicho experimento se desarrolló en el Seno de Reloncaví, una zona caracterizada por contener numerosos subsistemas estuarinos producto de la constante interacción entre aguas oceánicas y aportes de agua dulce proveniente de lluvias estacionales, ríos cercanos (como el Petrohué, Cochamó y Puelo) y glaciares.

De acuerdo a la publicación, las características físicoquímicas del agua, en particular la salinidad y el estado de saturación de carbonatos, fueron significativamente mayores a una profundidad de 4 metros en comparación a lo observado cerca de la superficie del agua (1 m). Estas variaciones contribuyeron a aumentar las tasas de calcificación y crecimiento de Mytilus chilensis, y se relacionaron también a una disminución en las tasas fisiológicas de los mejillones.

“Resulta relevante conocer en qué profundidades los mejillones presentan un mejor rendimiento, ya que se podría sacar ventajas de estas condiciones naturales y desarrollar estrategias de cultivo que permitan maximizar la producción de este recurso de gran importancia socioeconómica”, aseguró el Dr. Cristian Duarte, investigador del Núcleo Milenio MUSELS, académico de la Universidad Andrés Bello y coautor de la publicación.

Refugio Ambiental sería la causa

Los ecosistemas estuarinos se caracterizan por una amplia variación físicoquímica que, en un escenario de cambio global, podría exacerbarse en el futuro. Asimismo, se espera que el rendimiento de los organismos residentes se vea influenciado por ello. Parte de esa variación se relaciona con la estratificación vertical del agua, que puede crear “refugios ambientales” o distintas capas de agua con condiciones que favorecen el rendimiento de algunas poblaciones y especies.

La investigación sugiere que las aguas a esa profundidad (4m) mantienen mejores condiciones que aguas superficiales para el desempeño general de esta especie y representaría el hábitat más adecuado para una mayor producción de mitílidos en la zona. Por tanto, las diferencias entre profundidades vienen a apoyar la noción de un “refugio ambiental”, lugar donde especies como los mejillones pueden encontrar mejores condiciones de crecimiento y lograr mayores niveles de rendimiento.

Sin embargo, para los investigadores, aun cuando los resultados observados evidencian mejoras en el desempeño de la especie, las conclusiones planteadas deben tomarse con precaución dado que “las respuestas fisiológicas de estos organismos varían con el tiempo y los cambios morfológicos y fisiológicos operan a diferentes escalas temporales”, precisan.

La investigación además advierte que, si el mejor rendimiento de los mejillones juveniles asentados y criados en este “refugio” se refleja a lo largo de las otras fases del crecimiento, es un proceso que quedaría pendiente y sería evaluado en estudios futuros. “En esta primera etapa sólo se trabajó con individuos juveniles, pero el segundo paso, que pretendemos desarrollar en cuanto se vuelva a la normalidad, es evaluar cómo influye en su desarrollo hasta adultos, el haber sido mantenidos como juveniles a distintas profundidades”, adelanta el Dr. Duarte.

Plasticidad fenotípica en mejillones

Por otra parte, la investigación destaca que “la presencia de plasticidad fenotípica en respuesta a las señales ambientales es una importante estrategia adaptativa para hacer frente a los cambios futuros”.

En esta línea el coautor Dr. Marco Lardies, investigador del Núcleo Milenio MUSELS y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, explica que la plasticidad -o capacidad de variación de algunas características (morfología, fisiología, historia de vida) de los individuos en respuesta a una señal ambiental y que no requiere un cambio a nivel genético- es un rasgo que presentan muchos organismos que habitan ambientes variables o altamente estacionales.

“En un contexto de cambio global en el océano esta característica sería beneficiosa dado que permitiría a los choritos responder, con un límite, ante diferentes escenarios de las futuras condiciones ambientales”, puntualiza el experto.

El científico aclara además que esta característica no es común en invertebrados marinos y dependerá del ambiente donde habiten si son capaces de desarrollarla a lo largo de su ciclo de vida. “Esto implica que algunas poblaciones pueden presentar plasticidad fenotípica y que esta capacidad puede amortiguar el efecto de la alta variación ambiental en los estuarios”, declara y agrega que “evaluar la plasticidad fenotípica en las distintas especies y poblaciones es importante para conocer las estrategias de adaptación y mitigación de los organismos de relevancia acuícola ante los diferentes estresores del cambio global en el océano”.

Entonces la investigación sugiere que los productores de mitílidos podrían concentrar la producción de mejillones juveniles a 4 m de profundidad, al menos durante la producción de semillas. “El uso de este conocimiento podría mejorar la producción de semillas y posiblemente la producción de este recurso de gran importancia social y económica. Además, los resultados de este estudio permitirán una mejor comprensión de cómo afectará el cambio global a los sistemas estuarinos de la región y todo el mundo”.

La investigación titulada “Environmental refuges increase performance of juvenile mussels Mytilus chilensis: Implications for mussel seedling and farming strategies” (“Los refugios ambientales aumentan el rendimiento de los mejillones juveniles Mytilus chilensis: Implicaciones para las estrategias de cultivo y plántulas de mejillón”) fue publicada por la revista científica revista Science of the Total Environment.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

NOTICIAS ANTERIORES