El sector mitilicultor también se adapta a los requerimientos de automatización y digitalización. Tanto para la optimización de los procesos como el monitoreo ambiental y la columna de agua.
La gerente general de la Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile) y del Instituto Tecnológico de la Mitilicultura (Intemit), Yohana González, destaca el desarrollo del sector productivo, que es la segunda actividad acuícola más importante del país. “Los requerimientos se han presentado de manera gradual y de acuerdo al tipo de necesidad a cubrir. A nivel industrial, la digitalización se presentó de forma rápida, ya que la cantidad de información crítica a manejar es mucho mayor y requiere mayor precisión”, acota.
“En particular el desafío se mantiene en productores de menor tamaño, medianos y acuicultores de pequeña escala (APE), a quienes les resulta de mayor complejidad realizar una integración de datos para una oportuna toma de decisión informada”, comenta Yohana González.
Añade además que “dentro de las etapas productivas en la que menos se ha integrado la digitalización es en la captura de semillas y su proceso de siembra. A raíz de lo anterior, desde Intemit estamos co-ejecutando un proyecto con la Universidad Santo Tomás el cual permitirá que la industria tenga una respuesta más ágil y eficiente en los procesos de captura de semillas”.
Las plataformas o sistemas de gestión de datos utilizadas por Intemit han sido resultado de iniciativas de distintos equipos de investigación, en el marco de proyectos desarrollados en forma conjunta y financiados a través de fondos concursables.
En cuanto a facilitar la gestión y seguridad de los datos a través de la nube la ejecutiva del sector mitilicultor afirma que en general sí. Los sistemas de almacenamiento en la nube permiten mantener la información en línea a tiempo completo y facilitan su accesibilidad por parte de cualquier persona que los requiera. Lo cual facilita y acelera la gestión de información.
“Además, permiten mantener un mejor respaldo de los mismos sin mayores riesgos de pérdida. Sin embargo, esta tecnología se debe acompañar de un desarrollo sustancial de la conectividad territorial. A pesar de los avances, aún hay muchas zonas en los cuales la conectividad no es la mejor, por lo que el acceso a esta nube de datos se reduce enormemente, impidiendo la capacidad de utilizar esta tecnología en su total potencial en el rubro”, destaca.
No obstante, acota que todo proceso de automatización e implementación de una nueva tecnología en una empresa, independiente de la etapa productiva a la que se dedique, requiere de capacitación del personal para lograr sacar el máximo provecho de esta misma tecnología. “En el caso particular de Intemit, su equipo humano tiene una fuerte base de formación tecnológica que le permite adoptar tecnologías en forma rápida a sus labores, además de equipos informáticos que asesoran constantemente”, enfatiza.
Remarca que en estos temas los avances, sobre todo a nivel de planta de proceso, han sido significativos.
Lea el artículo completo en la edición de Revista AQUA 267.